Nacida en Garafía y doctorada en Astrofísica, Nieves Castro recuerda que cuando tenía nueve años ya era consciente de la importancia de la Astronomía en La Palma. Hoy es experta en galaxias y trabaja como astrónoma de soporte en el Gran Telescopio Canarias (GTC).
Ayudaba a su familia con las tareas del campo al caer la noche: “Era el mejor momento para mirar las estrellas –explica-, ver cómo iban saliendo cientos y luego miles de ellas, con la Vía Láctea atravesando el cielo en verano”. Con nueve años le preguntaban en el colegio por lo que le gustaría estudiar de mayor. En 1985, Nieves no era consciente de lo que ocurría en las cumbres de su municipio, pero nunca olvidaría una charla de su profesora sobre el Sistema Solar, los planetas, los movimientos de los astros... que para ella fue determinante. “Todavía recuerdo los planetas pintados con tiza en la pizarra girando alrededor del Sol. Pensé: Yo quiero dedicarme a esto de mayor”.
Ese verano tuvo lugar la inauguración del Observatorio del Roque de los Muchachos por parte de reyes, jefes de Estado y otras autoridades políticas de los países que habían invertido en aquellas instalaciones. “El Observatorio puso a La Palma en la primera línea de la ciencia internacional y, cómo no –subraya-, también de la economía que fluye a su alrededor y del turismo científico”.
La Isla ha evolucionado desde esos días, en los que la Astrofísica era algo nuevo, raro y desconocido, hasta la actualidad. “Ahora –añade-, el Observatorio forma parte de nuestras vidas de alguna manera”. Reconoce que aún circulan muchas leyendas o bulos que ya existían cuando era pequeña: “Hay personas que temen que estemos contaminando acuíferos y el medio ambiente, que produzcamos radiaciones misteriosas… Pero el IAC toma todas las medidas para extremar la protección del medioambiente. Y, sobre todo, muchos de los que trabajamos allí somos palmeros y evidentemente no pondríamos en riesgo a nuestras propias familias, amigos o vecinos”.
Con 18 años salió de la Isla para estudiar en Tenerife, como muchos otros palmeros. Y tras más de 15 años en el Instituto de Astrofísica de Canarias, en La Laguna, dedicándose al estudio de las galaxias muy lejanas y a la ingeniería para el desarrollo de telescopios terrestres y espaciales, “finalmente volví a La Palma, con mi familia”. Nieves comenzó entonces a trabajar en Grantecan -el Gran Telescopio Canarias (GTC)- el mayor telescopio óptico e infrarrojo que existe actualmente en el mundo. “Ha sido un buen momento para volver a mis orígenes y mostrar a la gente de La Palma la joya que tienen en sus cumbres y en su cielo”.