En las cumbres orientales de La Palma, en las inmediaciones del pico de la Nieve, dentro de las parcelas experimentales o de restauración, desde finales de abril, están floreciendo especies endémicas que necesitan salvarse de su extinción. El color ha vuelto a estos parajes después de años de trabajo de recuperación por parte del equipo de gestión del Parque Nacional.
La vegetación de las cumbres de La Palma es muy llamativa, ya que en estos lugares viven numerosos endemismos y plantas en peligro de extinción como el retamón (Genista benehoavensis), la violeta (Viola palmensis), la Bencomia exstipulata y el Echium gentianoides, estos tres últimos considerados prioritarios en la directiva Hábitat.
Uno de los principales objetivos de gestión establecidos en el PRUG de la Caldera es la puesta en marcha de programas de rescate genético de las especies en peligro de extinción, como la violeta y el retamón, que viven en las cumbres de La Palma.
Para llevar a cabo las repoblaciones es imprescindible realizar una labor previa de recogida de semillas, para su posterior siembra en el vivero. Las principales especies que son utilizadas para producir planta en vivero son: Bencomia exstipulata, Genista benehoavensis, Spartocytisus supranubius, Viola palmensis, Echium gentianoides, Echium wildpretii ssp. trichosiphon, Teline stenopetala ssp. sericea y Chamaecytisus proliferus.
El objetivo principal de las repoblaciones en las cumbres de La Palma es aumentar las poblaciones de aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción debido a la acción de los herbívoros introducidos (cabra, conejo y arruí), intentando recuperar el paisaje original que existía antes del aumento poblacional que ha experimentado la isla en el último siglo y las consecuencias de la introducción de especies invasoras.