La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias llevará a cabo un estudio para calcular la huella de carbono en los edificios administrativos de la Comunidad Autónoma de Canarias, con el fin de conocer el volumen de emisiones de CO2.
El objetivo de conocer dichas emisiones, derivadas de la actividad de los edificios administrativos, es adoptar las medidas necesarias para su reducción y, por último, valorar la huella energética canaria respecto al resto del territorio nacional. El nuevo escenario de la pandemia del coronavirus no ha frenado las acciones planificadas para mantener la transición energética en Canarias.
El consejero del área, José Antonio Valbuena, señala que “este compromiso traslada un mensaje de ejemplaridad al conjunto de la sociedad canaria y representa el papel de liderazgo que deben asumir las administraciones públicas”. El proyecto, que se ha encargado a la empresa pública Tragsatec, contará con una asignación presupuestaria de 150.074,46 euros y un plazo de ejecución de 16 meses.
Valbuena recuerda que la declaración de emergencia climática en Canarias “propone unos objetivos ambiciosos para alcanzar la descarbonización de la economía de las Islas en el 2040”. En este sentido, explica que los planes del Gobierno canario “están alineados con los de la Unión Europea, que traza trayectorias para lograr la descarbonización en el año 2050”.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas define la huella de carbono como la cantidad total de emisiones de dióxido de carbono que está directa e indirectamente causada por una actividad o que se acumula a lo largo de las etapas de la vida de un producto.
Tragsatec es una filial del Grupo Tragsa, especializada en la realización de actividades de ingeniería, consultoría y asistencia técnica en materias como el desarrollo rural, el medio marino o la sanidad y la salud pública, entre otros, realizando tanto estudios y proyectos como servicios técnicos.
