Todos conocemos a ese 'comecocos' amarillo que durante 255 niveles va tragando lo que encuentra a su paso, mientras intenta zafarse de una pintoresca banda de fantasmas de colores que quieren cazarlo.
El impacto que tuvo, no solo en el mundo de los videojuegos, sino en la sociedad donde muchos crecimos, queda evidenciado por el hecho de que todas las generaciones lo reconocen. Nuestro querido Pac-Man, (el 'comecocos' para los españoles)que nació el 22 de mayo de 1980, cumple 40 años.
Pac-Man es mucho más que el ingenio de un freaky de los videojuegos, el japonés Toru Iwatani. En estos 40 años, el japonés ha tenido que repetir en cientos de ocasiones cómo su inspiración para gestar al veterano tragaldabas le vino mientras se comía una pizza.
Nuestro amigo amarillo es un icono indiscutible de la cultura popular de toda una época. Las claves de su brutal enganche con los usuarios no tienen misterio: sencillez y universalidad. Pocas veces, con permiso de la rueda y los aros olímpicos, un círculo ha dado tanto juego.
Es una obra de arte del diseño contemporáneo. Así lo ha decidido el MoMA de Nueva York que lo incluyó en su colección en 2013 junto con otros 13 juegos, entre ellos, claro, el Tetris.
Cumplidos los 40, su imagen se ha rejuvenecido. Se ha llevado a los móviles, al cine y a las tres dimensiones en una nueva hornada de videojuegos. Cuando Time entrevistó a Iwatani por el 35 aniversario del juego, el japonés habló con orgullo de la inmortalidad de su creación: "Pac-Man es para los juegos lo que Yesterday de Los Beatles es para la música".
