En los primeros meses del 2020, la Luna y Venus han venido realizando una danza casi perfecta. Los dos objetos más brillantes del cielo nocturno, se han acercado y alejado cual baile en el salón del Cosmos. Si además podemos ver esa danza desde un cielo oscuro impoluto como es el de la isla canaria de La Palma, ya todo es una alegría para los ojos. Esto es lo que nos muestra la maravillosa fotografía hecha por el compañero periodista y fotógrafo, Miguel Calero. Una foto de portada y digna de un premio.
En estos momentos, su obligado desplazamiento orbital hará que lo veamos cada vez menos tiempo tras la puesta de Sol, siendo imposible observar el fenómeno ya a finales de mayo. Tendremos que volver a esperar aproximadamente un año y medio para que esas bellas conjunciones con la Luna creciente apenas iluminada se vuelvan a dar tras la puesta de Sol. Pero no extrañaremos mucho a Venus. En poco tiempo cambiará de personalidad y pasará a ser la “estrella del Alba”, alcanzando su máxima elongación Oeste (distancia desde La Tierra) a mediados de agosto y maravillándonos con su brillo antes de los amaneceres veraniegos.
Para los ojos más detallistas, en esta fotografía tan especial e puede percibir, además de la "danza" entre La Luna y Venus, tras un Pino Canario, el rastro de un satélite a su paso en el preciso momento de la captura. Justo encima del satélite, también y nítidamente la galaxia de Andrómeda (la luz que percibimos de ella tarda exactamente 2 millones de años en llegar).
Otra imagen espectacular se tomó en 2018 desde el Observatorio del Roque de Los Muchachos:
En aquella ocasión fue el fotógrafo, Oscar Blanco Varela (@artabrorum en instagram), que nos ha recordado en sus redes este mismo suceso visto desde el Roque de los Muchachos hace unos años. En la espectacular fotografía podemos observar la Luna y Venus acompañadas de los observatorios Grantecan y Galileo.