Poco sabemos de ellos, pero lo cierto es que trabajan a destajo ‘atentos’ a lo que pasa bajo nuestros pies. Desde principios de julio de 2020 un equipo científico del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) y del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) se encuentra en La Palma realizando una nueva campaña científica sobre geoquímica de emanaciones difusas en el volcán Cumbre Vieja, el edificio volcánico de las islas que ha experimentado 7 de las 16 erupciones históricas de Canarias.
Este tipo de campañas científicas se llevan a cabo con una periodicidad anual desde 1997 con el objetivo de conocer la tasa de emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) y otras especies volátiles a la atmósfera que emanan de este edificio volcánico, y con ello, contribuir al fortalecimiento del programa geoquímico para la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja.
El personal del Laboratorio de Geoquímica de gases trabaja de forma coordinada con el equipo científico que realiza el trabajo de campo para obtener los resultados de los análisis de las muestras recolectadas.
Además, este mes de julio ha comenzado una nueva campaña de tomografía de ruido sísmico en La Palma. Una anterior campaña, realizada en el 2018, permitió obtener una primera imagen del subsuelo del volcán de Cumbre Vieja. La campaña actual se enfoca también en la parte septentrional de la isla y consiste en la instalación de una red sísmica temporal que medirá el ruido sísmico de baja frecuencia para unas semanas. El fin último de esta actividad es de mejorar el conocimiento del subsuelo palmero para valorar la posible existencia de recursos geotérmicos de alta entalpia.
Una gran labor de estos profesionales que cuidan de nosotros y que contribuyen a saber más sobre los volcanes de la isla.