Este martes, 20 de octubre, a las 23:12 (hora canaria), la nave de la NASA OSIRIS-REx hará el primer intento para recoger muestras del asteroide (101955) Bennu. El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha tenido una participación activa en la misión desde 2011. Los investigadores Julia de León, Javier Licandro, Eri Tatsumi y Juan Luis Rizos, que forman parte del equipo científico de OSIRIS-REx, asistirán de manera telemática a la reunión que esta misión de la NASA ha organizado para que el equipo científico siga en directo la peligrosa maniobra, utilizando la cámara SamCam que lleva la nave. Este evento será uno de los hitos más importantes de la misión.
El objetivo principal de la misión OSIRIS-REx es la recolección de material de la superficie del asteroide primitivo Bennu para ser examinado en la Tierra. Bennu es un asteroide que contiene materiales que han sufrido pocos cambios respecto a su origen, hace más de 4.000 millones de años. Como otros asteroides de su tipo, es rico en minerales hidratados y moléculas orgánicas complejas, por lo que estudiar este material, tal y como se encuentra en el asteroide, puede darnos las claves para comprender cómo llegaron esos compuestos a la joven Tierra y cómo dieron lugar a los seres vivos que hoy la habitan.
La sonda OSIRIS-REx despegó de Cabo Cañaveral el 8 de septiembre de 2016. Llegó al asteroide a finales de 2018 y, desde entonces, se encuentra orbitándolo y realizando diversos estudios sobre su composición, estructura y actividad. El grupo de Sistema Solar del IAC forma parte del equipo que trabaja con las cámaras que lleva la nave (llamadas OCAMS) y mantiene una participación activa en la calibración y la ciencia que están produciendo sus imágenes, cruciales para seleccionar el sitio donde se intentará tomar las muestras.
Para de León y Licandro, que asistieron en persona al lanzamiento de la misión en 2016, se trata de un momento histórico: “Hemos llegado, lo hemos estudiado y ahora toca lo más difícil: hacernos con un poco de Bennu que traer a la Tierra y estudiarlo”. Conseguirlo supone una enorme dificultad. La nave tiene que descender hacia un objeto de apenas 500 m, que se mueve a 100.000 km/h, prácticamente sin gravedad y con una superficie cubierta de piedras con tamaños de entre algunos centímetros a decenas de metros. Una vez allí, debe realizar una maniobra llamada en inglés «Touch-and-Go» (algo así como “tocar e irse”), que es muy arriesgada. La nave debe acercarse a muy baja velocidad y abrir el brazo mecánico de 3,35 m de largo, que lleva en su extremo el dispositivo de toma de muestras, y hacer que este se pose durante unos segundos en la superficie, evitando que lo haga sobre alguna piedra que pueda dañarlo. Esta maniobra es un verdadero reto ya que, en palabras de Licandro, “Bennu es un gigantesco pedregal”. El dispositivo de muestras puede capturar granos de hasta 20 milímetros, por lo que debe tocar en un sitio donde haya abundante polvo.
OSIRIS-REx intentará tomar una muestra del material que está en el interior de un cráter de 140 m de diámetro llamado Nightingale. Este se encuentra en una región de apenas 16 m de diámetro, donde hay bastantes menos piedras que en el resto de la superficie, y la abundancia de polvo parece ser suficiente. Se espera recolectar una muestra de, al menos, 60 gramos. En caso de que no se alcance esta cantidad, la nave está preparada para hacer un par de intentos más. Tras ello, OSIRIS-REx continuará orbitando Bennu y emprenderá su camino de vuelta en 2021, portando su valiosísima carga en un dispositivo sellado y al vacío, que está previsto que caiga en algún lugar del desierto de Utah en 2023.
La NASA retransmitirá en directo la maniobra «Touch and Go» a partir de las 22.00 hora canaria del martes 20 de octubre en su portal NASA TV (https://www.nasa.gov/nasalive).