No hace falta ser Keanu Reeves ni Aitana Sánchez-Gijón para sentir que caminas sobre las nubes. Ni siquiera hay que ser apasionad@. Te garantizamos que sentirás amor por todo lo que te rodea nada más verlo.
No hace falta visualizar una romántica viña de California. Aquí, en una Isla Bonita en medio del Atlántico, el deseo por lo natural se enciende solo, sin banda sonora que incite al suspiro más allá del sonido de la brisa del Alisio del Este que se desborda sobre el Oeste.
Tan solo hay que dar ‘un paseo por las nubes’ entre las esbeltas cumbres de La Palma… jamás olvidarás esta Isla.
En tu retina quedará incrustado un mar blanco de algodón infinito del que sobresalen montañas que insinúan un paraíso oculto bajo un abismo encapotado.
Puede ser al alba, con media isla de día y media de noche; o en el momento de la despedida diaria del sol que se acurruca bajo el manto que lo apaga. Puede ser a oscuras (de las oscuras de verdad) mirando millones de estrellas que marcan el camino de la Vía Láctea. Mejor aún, si puedes, los tres momentos son exclusivos a su manera… ¡¡vete a por ellos!!
Cada cresta ofrece un panorama inigualable, elige la tuya… En el Roque de Los Muchachos, en la Punta de Los Roques, en el Pico de Las Nieves, en las faldas del Birigoyo, en el Volcán de las Deseadas… ¡¡elígelas todas!!
Hay algo que tenemos seguro: el día que des ‘un paseo por las nubes’ en La Palma sentirás que hay cosas que ni Hollywood es capaz de imitar.
… (las imágenes que acompañan este reportaje han sido cedidas a TheGoodTime.es por Abián San Gil)