Las obras de la vía de circunvalación al casco de Tazacorte continúan avanzando en su ejecución y marcan un nuevo hito con el cubrimiento del falso túnel creado para salvar el desnivel de acceso al Puerto. La tierra a vuelto a tapar el espacio abierto para la construcción del conducto viario y las grandes montañas que taponaban la visual hacia el manto verde han empezado a desaparecer.
Con ello, se recupera o está a punto de devolverse el estado original de una de las estampas más reconocibles del Valle de Aridane y más apreciadas por los turistas que visitan La Palma, el 'Balcón del Atlántico' de la Avenida de casco de Tazacorte.
Aunque estaba previsto tener el proyecto de la carretera finalizado antes de que concluyera el año 2020, lo cierto es que las condiciones sociales y sanitarias, así como la paralización de las actividades no esenciales durante el estado de alarma, provocaron los retrasos y ralentización de los trabajos. Pero desde que estos se retomaran se ha podido ejecutar una de las infraestructuras asociadas a la obra más complejas.
El túnel de 200 metros de longitud concluyó hace unas semanas y sobre él se ha procedido al acopio de material que permita ‘camuflar’ la infraestructura. Una vez concluido ese proceso, de nuevo puede volver a verse la clásica estampa de plataneras, el verde del Valle, el mar y la puesta de sol que ofrece el paseo de la Avenida de la Constitución.
Desde ese mismo punto una barrera de piedras, montañas de arena y material de obra rompía la estética del lugar, uno de los más reconocibles y fotografiados de la Isla.
Ahora, y con un proceso que continuará con el desarrollo de la obra, Tazacorte recupera la vista verde desde el balcón de la avenida de su casco.
El manto verde vuelve a extenderse, al menos visualmente, hasta la costa sin interrupciones de la obra, e incluso la zona afectada por la obra, en el que la vía desaparece bajo el túnel, será replantada para dar continuidad a esa zona de naturaleza y cultivos.