Un reconocimiento a más de 45 años de historia. Mazo rinde homenaje este viernes a dos de sus vecinos más destacados como son los propietarios del Taller de Cerámica “El Molino”: Ramón Barreto y Vina Cabrera, que hoy serán nombrados ‘Hijos Predilectos’ del municipio macense.
Nacidos en 1936 en Villa de Mazo, Ramón Barreto Leal y Carmen Cabrera Medina emigraron a Venezuela hasta 1975, año en el que retornaron a La Palma y fundaron el Taller de Cerámica El Molino, que ha permanecido abierto los últimos 45 años, convirtiéndose en un referente para los amantes de la cultura aborigen gracias a la exposición, reproducción y venta de vasijas benahoaritas que contempla.
Además, ambos fueron partícipes de la confección de arcos para el Corpus Christi, haciendo transformar su hogar en un taller para los trabajos decorativos (enrame) de esta emblemática celebración para Villa de Mazo.
Fruto de este trabajo, los fundadores de El Molino han sido distinguidos con diversos premios a lo largo de su trayectoria, incluido el premio Importantes del Turismo y Medalla de Plata del Gobierno de Canarias en 1988, Premio Idafe de Radio La Palma en 1995, Destacados del Municipio en 1999, además de quedar finalistas del Premio Nacional de Artesanía del Ministerio de Industria, en 2007.
Según afirma en sus redes sociales Jorge País, quien conoce muy bien el trabajo realizado por estos dos artesanos, por su papel al frente del Patrimonio Insular, “este tipo de reconocimientos es un orgullo para quienes lo reciben y en este caso, desde nuestro punto de vista, está más que justificado por tratarse de dos personas que han hecho del trabajo artesanal su razón de vida. Ramón y Vina, Vina y Ramón, inseparables, no solo han posibilitado la recuperación y el rescate de infinidad de vasijas benahoaritas, sino que, además, han transmitido sus conocimientos a tres generaciones de arqueólogos/as palmeros”.
Destaca Pais, que “toda su trayectoria profesional, centrada en la artesanía, forma parte también del Patrimonio Cultural de Canarias. Sus fieles reproducciones de vasijas indígenas han contribuido a dar a conocer este aspecto de la Cultura Benahoarita más, incluso, que los trabajos de investigación de los profesionales. Tras más de 40 años de dedicación incansable les ha llegado el tiempo de descansar y consideramos, sinceramente, que su sapiencia y conocimientos no deben caer en el olvido. La Palma no puede ni debe permitirse craso error”.
“Es una enorme satisfacción, y estamos enormemente agradecidos, de que Ramón y Vina nos hayan escogido para ser partícipes de este día tan especial con un reconocimiento más que merecido que, hasta el presente, no lo han recibido más que 13 mazucos/as” destaca.
