La Consejería de Cultura y Patrimonio del Cabildo de La Palma restaura el retablo mayor de la parroquia de San Francisco, cuya realización por la cofradía de carpinteros y pedreros se remonta a 1717 para la ermita de San José, de donde fue trasladado posteriormente al citado templo de Santa Cruz de La Palma.
La consejera responsable del área, Jovita Monterrey, visitó los trabajos que ejecuta la empresa especializada In Situ, acompañada por Miguel Ángel Navarro Mederos, delegado diocesano de Patrimonio Mueble; la directora del Museo Insular, Isabel Santos, e Isabel Concepción, técnica del Taller de Restauración de Pintura y Escultura de Bienes Muebles del Cabildo de La Palma.
La evolución de los trabajos, que se iniciaron a mediados del pasado mes de enero y que está previsto que concluyan el próximo mes de abril, permite vislumbrar cómo está recuperando el esplendor y la unidad de esta pieza del patrimonio sacro insular, indicó Jovita Monterrey. Una obra a la que la Consejería de Cultura y Patrimonio del Cabildo de La Palma ha destinado una inversión de 60.000 euros.
La restauradora Nieves Luisa Cabrera, que coordina al equipo de In Situ que trabaja en la “restauración conservativa” del retablo principal del templo capitalino, indicó que esta pieza ha experimentado muchos cambios de ubicación y modificaciones, lo que ha provocado problemas en el montaje, no así en la estructura.
“Fue concebido para la ermita de San José, y de ahí se trasladó a la parroquia de San Francisco, donde ha estado en tres ubicaciones diferentes dentro del templo”, explicó Cabrera, que indica que estas circunstancias han provocado desajustes.
“Hay muchas piezas que se han reciclado de otros retablos para darle mayor amplitud. Se añadió un muro de mampostería, en la parte inferior, para dotarlo de altura y que cubriera todo el testero de la iglesia. Todo eso ha hecho que se modifique la concepción inicial del retablo, que tiene mucha historia vivida y muchas modificaciones hechas”, concluyó la restauradora.
