Cervezas Isla Verde busca nombre para su próxima cerveza, que saldrá al mercado próximamente, coincidiendo con el décimo aniversario de la fábrica de cerveza artesana, ubicada en Tijarafe. Para ello, se ha abierto el concurso “TÚ PONES EL NOMBRE, NOSOTROS LA CERVEZA” para que sean los propios clientes y seguidores los que “bauticen” a este nuevo miembro que se une a la familia Isla Verde.
A través de su página web, https://cervezaislaverde.com/, se recogerán todas las propuestas de nombres que lleguen, pudiendo participar cuantas veces se desee, hasta el 28 de noviembre. Los requisitos del concurso se podrán conocer también a través de los perfiles en redes sociales de Cervezas Isla Verde. Tras esto, se realizará la elección del que será el nombre de una cerveza que sorprende por su color rosado anaranjado y que deberá guardar relación con los ingredientes y aspecto del producto.
El autor del nombre seleccionado podrá disfrutar de una agradable estancia para dos personas de dos noches en Casa Solymar, ubicada en el municipio de Tijarafe, de una visita a la fábrica de cervezas artesanas y de una cena para dos personas en el bar-restaurante.
La décima cerveza sigue la filosofía de Cervezas Isla Verde, apostando por lo natural, lo sostenible y lo local. Se emplean nuevamente ingredientes locales de La Palma, en este caso, maracuyá (“parchita”) de la Isla y una mezcla de pitayas blancas y rojas, que proceden de la finca ecológica de ECODRAGONIA en La Laguna, una de las empresas pioneras en el cultivo de pitayas en la isla de La Palma. Al igual que el resto de cervezas Isla Verde, se elabora sin filtrar, sin pasterizar y con carbonatación natural.
El resultado es una cerveza muy refrescante, tipo fruit ale, de alcohol moderado (4,2%), que llama la atención por su color rosado anaranjado, bastante turbio en la copa y cubierto por una capa de delicada espuma blanca rosada. Además, destacan sus aromas intensos de pitaya dulce y maracuyá, con matices suaves de maltas. Se trata de una cerveza muy expresiva, suave en boca y de bajo amargor. Al final de la lengua se percibe el regusto de unos delicados lúpulos aromáticos, que se mezclan armoniosamente con los aromas frutales.