Cuando unos padres piensan en el tercer cumpleaños de su hijo se imaginan su primera fiesta con los amigos de la guardería, con sus familias, los regalos, la ilusión de todos... Y si una crisis sanitaria y un confinamiento lo impide (quién lo diría), hay que buscar la manera para que ese niño pueda tener, al menos, un día diferente al que lleva teniendo durante las últimas semanas. El cumple número 3 es quizás el más importante, ese que te queda impreso en el subconsciente y que te sale de mayor cuando duermes... o eso dicen.
Si es preciso, pues un 'confi-cumple'. Una guirnalda que le recuerde que es su día, unos globos que llenen de color las 'cuatro paredes' en las que lleva confinado desde el 12 de marzo que cerraron los colegios y una tarta 'a domicilio' decorada con su personaje favorito para sacarle una sonrisa.
A esta decoración le falta la 'guinda del pastel'. El sonido de las sirenas en la calle ya te avisa de que algo pasa, y cuando te asomas al balcón, ahí está el coche de Protección Civil que hace sonar 'a todo volumen' el "Cumpleaños Feliz" de Parchís.
El pequeño se siente protagonista, siente que es 'su día'. Sus padres se emocionan porque han podido hacer 'especial' el tercer cumpleaños de su hijo, a pesar de las circunstancias que lo rodean. Los invitados, en esta ocasión, son los vecinos que salen a sus ventanas para formar parte de la 'fiesta improvisada' a la puerta de casa.
Es lo que ha pasado en el caso de Javier, en la Montaña de Tenisca, en Los Llanos de Aridane. Ha tenido su cumple número 3 gracias al empeño de su padre y su madre. También gracias a la colaboración municipal y vecinal.
Ha sido el primer 'confi-cumple' con sorpresa desde el balcón en este municipio y seguro que se lo contarán cuando más lo necesite, dentro de unos años.