La tarea no era sencilla. Son el colectivo más vulnerable y protegerlos de la COVID-19 era el principal objetivo de las administraciones. A unos días de finalizar el estado de alarma, La Palma ha logrado ‘mantener a CERO’ la cifra de mayores contagiados por coronavirus en las residencias de la isla y eso se ha hecho notar en cuando al valor que los palmeros dan a este sistema. La buena labor desempeñada hasta ahora hace que crezca la confianza y los números ya lo reflejan.
En el último mes, las residencias de mayores que ya trabajaban en la Isla han recibido doce nuevos ingresos, los dos últimos, este mismo miércoles, cuando un matrimonio ha estrenado plaza, los dos juntos, en la Residencia de Garafía. Estos 12 nuevos ingresos, se unen a los 21 que recibirá la nueva Residencia de San Andrés y Sauces, que con la apertura de sus nuevas instalaciones conservará las 16 plazas que tenía, ampliando otras 21 de nuevo ingreso. Así, en total son 33 nuevos residentes en el sistema insular de residencias.
La lucha contra la pandemia ha dejado claro que son espacios seguros, que dan tranquilidad a sus usuarios sabiendo que en ellos están protegidos, cuando en la calle se está librando una guerra contra una pandemia.
Un sistema cuyo engranaje ha demostrado que funciona: con criterios de acceso unificados, y distribución y seguimiento de plazas de forma insular. Un sistema idóneo, eficaz y digno del estado del bienestar del que presume nuestra sociedad insular, gestionado por los propios ayuntamientos y coordinado bajo el asesoramiento administrativo de la Consejería de Acción Social del Cabildo Insular.